viernes, 4 de enero de 2013

Hay días, y días...

Hay días en los que despierto desbordando alegría, días en los que río a cada instante simplemente por tener ganas de reír, días en los que siento que todo va a salir bien, días en los que efectivamente: todo sale bien. Hay días en los que me levanto con el pie izquierdo, días en los que lloro en los rincones solitarios de mi casa, días en los que siento que tengo que reír para que no me pregunten nada, días en los que tengo la sensación de que todo va a salir mal, y efectivamente: todo sale mal. En cambio, hay otros días en los que me levanto nula, en una especie de armonía entre las dos caras de la moneda (osea, felicidad y tristeza), días en los que simplemente "no sentimos nada", en los que me da lo mismo reír o mantenerme seria, días en los que no tengo ninguna percepción sobre cómo va a resultar mi día, días de vacío, de profundo profundo vacío interior.
Hoy creo que es uno de esos días nulos para mi. Me he puesto a analizar y tratar de buscar una respuesta concreta a esto, y si, sé bien que extraño a personas, sé que desde el fin de semana pasado me siento así en general, pero no quería aceptarlo, siendo que ya es demasiado tarde para negarlo. Creo que me está pasando lo mismo que en vacaciones del año anterior, sólo que ahora, cuando me voy de mi casa, no vienen deseos reales de volver. Ésta situación en mi es bastante "normal", es decir, me pasa con regularidad, pero no me gusta este estado de mi; estoy tratando de cambiar por ser alguien mejor, de a poco y casi sin pensarlo, he ganado a una persona por la cual dar el 100% de mi, y no quiero lastimar ni perder a esa persona, ni a las que estan implicadas. Temo admitir que siento miedo, desde hace un mes mas o menos que estoy evitando ese enfrentamiento que puede definir varios aspectos actuales de mi vida (estúpida cobarde) y para peor, mi viaje hacia Mendoza de la semana próxima es una excusa para seguir alargando el tiempo, pero quiero sacarme este peso de encima, pero a la vez me invade el miedo, miedo de perder gente que amo realmente, miedo al rechazo de esas personas... Miedo, pavor y temor.

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