lunes, 26 de agosto de 2013

Volver (bis bis bis)

Hola, si, permiso permiso, gracias... ¿Cómo andamos? De nuevo me veo obligada a pedir disculpas, si es que alguien sigue leyendo esta hoja virtual, he vuelto una vez más de las tantas veces que he dicho que no volveré a irme. Ya saben, el va y ven de las cosas de la vida me llevó a perderme nuevamente, pero siempre termino reapareciendo.
Tengo un par de cosas por contarles, largas, pero se las iré a resumir. En este momento estoy en clase de literatura, no preparé una clase que tenía que preparar en base a un libro y bueno, a usar mi tiempo en algo medianamente productivo. Peor es nada, supongo.

El sábado pasado (24) fui a Merlo, bella ciudad puntana, a una competencia de danza (Villa Danza) a participar con el ballet al que pertenezco (Uiun Sahriat), hicimos dos coreografías, y sacamos primer lugar en ambas (: pero, tenemos que esperar para ver si nos ganamos una beca para ir en octubre al Oktober Fest en Villa General Belgrano (Córdoba), esperemos que nos vaya bien.

Anoche tuve una recaída emocional; en realidad no está todo mal, pero no sé, siento que estoy vacía de nuevo, nuevas marcas, viejas marcas, ya se mimetizan. No puedo decir que me levanté mejor o pero, porque estoy nula. Río cuando los demás ríen, estoy seria la mayor parte del tiempo, no sé si la rutina se está abriendo a pasos agigantados a consumirme cada vez más o qué, pero ando así, una zombie; en realidad, moribunda en vida.

Nadie lo ve, nadie lo quiere ver; nadie entiende ni quieren entender, y creo que tampoco les doy pie a especulaciones. Creo que tampoco busco una solución, lo que me lleva a pensar que soy una mediocre, cosa que no me anima para nada. Me han dicho que debo cambiar, que merezco compañía, que merezco otras cosas, no lo veo así... Tampoco digo que tengo que ser una miserable; es algo confuso en este momento. ¿Ser o no ser?

jueves, 1 de agosto de 2013

Carta al Sr. Tiempo

Querido Señor Tiempo...
                                      Hola, ¿cómo le va? No sé si aún piense en mi, pero estoy segura de que usted me recuerda, ya que el Tiempo nunca olvida. En fin, espero que lo haga; ¿recuerda cuando yo no pensaba en usted? ¿cuando no tenía noción de lo que representaba o significaba su nombre? Bueno, las cosas han cambiado estos últimos años. Y pensar que cuando era más pequeña, parecía que usted me tenía compasión y le agregaba horas a mis días, un bello regalo que lamentablemente sólo ahora que no siento esa alegría de sobrarme el tiempo, me he dado cuenta de lo valioso de su presencia.
   ¿Hice algo para que se ofendiera conmigo? Porque sinceramente no comprendo por qué siento que cada día se escapa de mi vida; es decir, por dios! ya estamos en agosto del 2013, ¿lo puede creer?, yo no puedo. Y lo más triste, es que es la realidad, ese factor en la vida que aveces pareciera ser el único, y justamente es la realidad la que quiero evadir: la realidad de que el tiempo avanza y avanza, así como el agua cae entre nuestros dedos, con la impotencia de no poder hacer nada para evitarlo.
   ¿Busca usted darme una lección? Sé que tengo mucho que aprender, que aún soy joven y que teóricamente tengo cosas/personas/ideales por las cuales vivir; siendo ese el caso, ¿no le parece que podría brindarme de nuevo unas horas más a mis días, para poder cumplir con lo que me espera? Me refiero a que, de cualquier manera, creo que voy a terminar haciendo lo que tenga que hacer con o sin su ayuda, señor Tiempo, pero ¿no podría hacerme ese enorme regalo de más horas en mis días para poder disfrutar y reflexionar mejor sobre cada crisis de mis etapas?.
   El mes que viene comienza mi cursillo de ingreso a la Facultad de Psicología, y me siento tan frustrada por ese hecho. Porque a pesar de que es algo que quiero hacer, me gustaría que estuviese más lejos y no a tan sólo unas cuatro semanas.
   ¿Acaso soy yo la que siente que le faltan horas? ¿Es simplemente otra etapa? ¿Otra crisis de la vida?

   Pienso en usted constantemente desde hace dos años, sin embargo también siento que usted no muestra un mínimo interés por mi angustia, y obviamente, ni por mi. Espero estar equivocada, o espero tener respuestas pronto, o espero tener tiempo de esperar. ¿Tengo tiempo de esperar? si ni siquiera usted se digna en ir al ritmo que yo quiero caminar, creo que no tengo tiempo por perder... Eso me frustra cada vez más.

   Mis más cordiales saludos, señor Tiempo, aguardaré con ansias las respuestas a mis dudas.


Taty